Alberto Marzur

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Salud danesa a la mexicana

Aspirar a lo mejor es una meta que puede ser alcanzable en cualquier aspecto de la vida; sin embargo, a veces es necesario tener los pies bien puestos en la tierra y medir nuestras posibilidades reales para alcanzarlas. El tiempo para ello puede ser fundamental, así como un camino bien trazado y tener mucha claridad en el objetivo propuesto.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se propuso la llevada y traída universalidad para nuestro sistema de salud, pero con una estrategia fallida que comenzó con una secretaría de Salud desarticulada y mal dirigida en ese propósito y prometió dar a México la misma calidad en servicios de salud que ofrece Dinamarca a sus ciudadanos, considerado uno de los mejores en el mundo. Nada tan lejano como eso es el modelo de salud mexicano.

México tiene un sistema de salud fragmentado para la salud de su población que venía más o menos funcionando con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que atiende al sector obrero y empresarial;  es el mayor proveedor de atención médica para una cobertura de 74 millones de personas en el régimen ordinario. El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que atiende a toda la burocracia nacional (14 millones de personas) y la secretaría de Salud cuya atención se dirige a la población no asegurada, (53 Millones), es decir que no cuentan con IMSS o ISSSTE y para ello se establecieron los centros de salud para el primer nivel de atención, hospitales generales para el segundo, hospitales de especialidades y los Institutos Nacionales de Salud para el tercer nivel, es decir, donde se atienden las enfermedades más complejas. (click en la flecha para expandir la nota completa)

En el comienzo de los años noventa, con el Dr. Guillermo Soberón Acevedo como secretario de Salud, inició la descentralización de los servicios de salud para hacer copartícipes a los estados de la República en su administración y propiciar una atención más cercana e inmediata a la ciudadanía. Ahora esto que fue considerada como una buena estrategia, aún con sus errores y episodios de corrupción con el devenir del tiempo, ha sufrido un tremendo retroceso con la decisión de centralizar nuevamente el control de la atención médica con el surgimiento del IMSS Bienestar para ese propósito y brindar atención a 53.2 millones de personas en todo el país, carentes de seguridad social.

El inicio de un mecanismo de prestación de servicios médicos centralizado comenzó con la eliminación del Seguro Popular, que tenía fallas, pero que, en lugar de corregir y fortalecer al sistema de protección social en salud, se crea el Instituto de Salud para el Bienestar, INSABI, que fue un total y rotundo fracaso, la historia ya la sabemos. Ahora al IMSS Bienestar se le adjudica esta responsabilidad y así, se convierte en el principal proveedor de atención médica en el país, dirigido a aquellos que no cuentan con IMSS o ISSSTE. Todo indica que el camino es tener un solo seguro médico para toda la población sin diferenciar su perfil laboral. ¿Pudiera ser la salida a las deficiencias que en la actualidad las instituciones públicas han tenido en su objetivo primordial que es la atención médica oportuna y eficaz para una población de 129 millones de habitantes, distribuidos en 32 entidades del país, en una superficie territorial de 1,960,189 kilómetros cuadrados? Cobertura no es universalidad de la atención.

De acuerdo con el reciente reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018 y 2022, 30.3 millones adicionales de habitantes padecieron la falta de atención médica. El año pasado se duplicó la población que enfrentó carencia de servicios de salud, al pasar de 20.1 millones de personas sin acceso en 2018 a 50.4 millones en 2022.

Durante este periodo, el porcentaje de población con carencia de acceso a servicios médicos aumentó de 16.2% en 2018 a 39.1% el año pasado. El camino a Dinamarca es muy largo.

 SALUD DINAMARCA

Healthcare Denmark publicó hace algún tiempo las líneas de trabajo que respaldó la apuesta danesa por la digitalización de su sistema de salud en base a la cooperación en red de forma integrada para garantizar una mejor atención, un mejor tratamiento y una mejor experiencia de los pacientes en el sistema de salud.

La Estrategia de salud digital de Dinamarca surgió como resultado de los acuerdos financieros alcanzados en 2018 entre el Gobierno danés, los gobiernos regionales y los gobiernos locales de Dinamarca.

Dinamarca con una población de 5,7 millones de habitantes y un área geográfica de 43.094 km2, cuenta con un sistema sanitario que se fundamenta en dos principios:

Acceso gratuito e igualitario a la atención sanitaria, que incluye la atención de profesionales de Atención Primaria y especializada de todos los servicios públicos y servicios hospitalarios. El copago privado afecta a los servicios de odontología (dentistas) y a los medicamentos y ayudas proporcionadas fuera del hospital.

De cobertura universal, ya que todas las personas residentes en Dinamarca tienen derecho a la atención sanitaria pública financiada vía impuestos generales.

En el plano organizativo y de gobernanza, el sector sanitario danés consta de tres niveles políticos y administrativos: el estado (Ministerio de Salud), las 5 regiones y 98 municipios. El Ministerio de Salud es la principal autoridad sanitaria y, por tanto, responsable de las políticas y la legislación nacional en materia de salud. Las cinco regiones de Dinamarca se rigen por juntas elegidas y son el principal proveedor sanitario en el sistema de salud danés.

Sus responsabilidades incluyen todos los tratamientos hospitalarios y psiquiátricos y parte de la Atención Primaria. Las regiones no recaudan impuestos. En cambio, los servicios de atención de salud regionales se financian a través de subvenciones en bloque recibidas del estado danés, una subvención en relación a su actividad asistencial y una contribución procedente del ámbito municipal.

Los 98 municipios son organismos administrativos locales que reúnen un promedio aproximado de 57.000 habitantes. Los municipios asumen tareas que incluyen la provisión de servicios sociales, la educación primaria y la atención a las personas mayores. En el ámbito de la salud, los municipios son responsables de la enfermería domiciliaria y los cuidados de las personas mayores en residencias, salud escolar, salud pública y tratamientos de rehabilitación. Los municipios financian aproximadamente el 20% del gasto total en asistencia sanitaria en las regiones. El pago consiste en una contribución variable por actividad asistencial que depende también del uso de las infraestructuras hospitalarias.

El objetivo general de la estrategia digital de Salud en Dinamarca, con el paciente como eje, es dar apoyo a los actores del sistema de salud en la responsabilidad de interconectar al propio sistema con las y los pacientes aprovechando las interacciones individuales en su tránsito y experiencias en el sistema. El proceso de digitalización se convierte en un elemento transversal y clave en la transformación del sistema de salud, no solo para lograr una mayor calidad en la atención sino también para alcanzar una mayor equidad entre los diferentes ámbitos geográficos.

Comunicar a los tres niveles de atención es fundamental en los propósitos de lograr la universalidad en la prestación médica, requiere presupuesto y no es un camino fácil por lo distintas que son las instancias de salud de nuestro país.

Pero esa enorme tarea en nuestro país debería iniciar con una excelente atención primaria de la salud que requiere que clínicas y centros de salud sean fortalecidas con mayor capacidad resolutiva y ampliar su catálogo de atención de enfermedades. Pero la mejor apuesta debe ser a la salud, por tanto, a la prevención de las enfermedades, ese debe ser el eje que convoque a la participación de los tres niveles de gobierno para su propósito y con la autoridad rectora de la secretaría de Salud, con la inclusión de la población en los distintos programas que le lleven salud como individuo y como sociedad. Hay otros determinantes sociales que deben atenderse como el medio ambiente, el entorno social y económico. Centralizar la toma de decisiones difícilmente logrará un sistema eficiente y eficaz que garantice salud y asegure la calidad de la atención, comparable con la que se presta en Dinamarca, pero claro, prometer no empobrece.